Qué es el desarrollo sostenible
Para ahondar un poco más en qué es el desarrollo sostenible, en Respuestas Solidarias organizamos una jornada en colaboración con la asociación Cultura y Mujer, el pasado 30 de marzo. Con dos invitados de sobrada experiencia: María José Martínez, directora del grupo Caudal y Mujer empresaria del año en la Región de Murcia; e Higinio Marín, filósofo, profesor de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Elche. Unas horas llenas de buenos planteamientos y grandes ideas, que nos supieron a poco.
Progreso con rostro de mujer empresaria
Para María José Martínez, una de las claves de la sostenibilidad en su empresa ha sido su familia. Un elemento principal que le ha enseñado a amar, encarnar valores y a conciliar sin renunciar: mucho esfuerzo, mucho trabajo y establecer prioridades según el momento. En distintos momentos, distintas prioridades, unas veces el trabajo, otras la familia. En la actualidad, Caudal -el grupo empresarial que dirige- cuenta con la fuerza de los intangibles y los proyectos están orientados hacia el logro de la economía circular.
Además de conocer un poco más a fondo qué es el desarrollo sostenible, conocimos a una mujer muy inspiradora, que nos habló no desde la teoría sino desde la experiencia vivida. Mucho más enriquecedor y válido.
La esencia de qué es el desarrollo sostenible
Por su parte, Higinio Marín trazó -con su acostumbrado buen hacer y riqueza-, algunas claves del «hombre actual y sus alrededores». Un sistema, que no parece que nos lleve hacia el desarrollo sostenible.
Desde que la política y la economía se han independizado de la ética, «el Estado da por supuesto que todo sujeto es depravado en su relación con el Estado». Se produce una sospecha de origen.
Las manifestaciones son variadas: supervisores supervisados, que supervisan a otros; sobre regulación de todos los aspectos de la vida, porque se instala el prejuicio de que somos poco de fiar.
Cuanto más coercitivo es el Estado de nuestra propia libertad, nos volvemos más irresponsables
Higinio Marín
Otra clave: nuestra economía está basada en el consumo. Por tanto, necesita ciudadanos con deseos que experimenten lo innecesario con fuerza de necesidad. Este sistema logra ciudadanos adictivos de lo innecesario. Y eso, no parece que éste sea el camino hacia el desarrollo sostenible.
Hay Soluciones
Si hay alguien que puede revertir la situación, según Higinio Marín, somos los ciudadanos asociados. Gente que tenemos una misma visión de la vida y que hacemos y exigimos.
¿Cómo podríamos lograr un cambio? Higinio sugirió posibles ideas: por un lado, instalando con hechos la cultura de la responsabilidad.
Por otro, disintiendo del sistema, estableciendo mecanismos para no caer en el deseo de lo innecesario. Y, por último, «discriminar». No participar en aquello que no compartimos.
Una sugerencia nos gustó especialmente: un «neomunicipalismo fiscal», es decir, que cada ciudadano pudiera elegir hacia dónde irán sus impuestos. «No puedo cambiar tal o cual ley pero no quiero que mis impuestos la paguen».
No parece que vayamos a tenerlo a corto plazo pero es algo por lo que merece la pena trabajar.
Necesitamos más formación e información. Una forma de vivir más acorde con el desarrollo sostenible requiere una ciudadanía culta, buena conocedora de la persona humana. Por eso, en Respuestas Solidarias, llevamos un tiempo estudiando qué es el desarrollo sostenible, poniendo en común con otras organizaciones, intentando llegar de forma creativa a ideas y claves que proponer a la sociedad.